EN BOCA CERRADA NO ENTRAN SERENITOS
Dadas las condiciones actuales de mi trasero, la semana pasada comencé a ir al gimnasio y desde el miércoles pasado sólo me he ausentado de él dos veces: una vez, porque tenía clases de italiano y la segunda, porque no llegué a tiempo. ¡Hasta clase de yoga hice!
Por supuesto que, además del ejercicio, también empecé a comer un poco menos. Todo esto con la ayuda de que ya no hay más cumpleaños a la vista, ni fiestas de fin de año, ni de principio, ni nada por el estilo. Por eso, como dice mi personal trainer:
En boca cerrada no entran Serenitos.
2 Comments:
Como decian mis companieros de Cormishot: hay que hacer la dieta del agua y el ajo: Aguantarse y a joderse.
La dieta de la selva: a comer como animales
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